La ría de Lires cuenta con una importante riqueza ornitológica y notables muestras de arquitectura popular y religiosa. Después de cruzar el río Lires seguimos la ruta por las aldeas de Canosa, Padrís y Castrexe. Nos encontraremos un tramo muy hermoso, todo él por encajados senderos que penetran en el monte.
Desde Castrexe el Camino avanza, con el mar omnipresente, entre aldeas, bosques y cultivos de maíz. Pasamos por las inmediaciones de la Praia do Rostro, que aparece entre pinares. Seguimos por Buxán y entramos en el valle de Duio. Desde la parroquia de San Martiño de Duio, cuyo templo quizá remita a la desaparecida ciudad romana Dugium, citada en el Libro III del Códice Calixtino, subiendo y bajando por pistas y bosques llegamos a la villa de Fisterra.